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martes, 17 de noviembre de 2015

EL TRÁFICO Y LAS PRIMERAS LEYES EN LA ÉPOCA VICTORIANA.



     En Adagio en primavera, Dankworth bromea con Lizzie al decirle que, con el coche de caballos, no puede sobrepasar el límite de velocidad. Sin embargo, esta broma se basa en algo cierto: en 1865, Inglaterra estableció un límite de velocidad para los primeros vehículos autopropulsados, aunque no para los carruajes. 

      Se cree que el primer vehículo autopropulsado fue un tractor militar de vapor, inventado por el francés Nicolas-Joseph Cugnot (1725-1804) en 1769. A pesar de que este vehículo se desplazaba a una velocidad de apenas 4 km/h (2,5 mph). Se trataba de un triciclo que montaba sobre la rueda delantera una caldera y un motor de dos cilindros verticales y 50 litros de desplazamiento; la rueda delantera resultaba tractora y directriz a la vez, trabajando los dos cilindros directamente sobre ella. En 1770 construyó un segundo modelo, mayor que el primero, y que podía arrastrar 4,5 toneladas a una velocidad de 4 km./h.  Cugnot chocó uno de ellos contra una pared en 1771 y sobrevivió a lo que se puede describir como el primer accidente automovilístico.



      A partir de ese momento, muchos inventores se dedicaron a investigar e innovar en el terreno automovilístico. En 1784 William Murdoch construyó un modelo de carro a vapor y en 1801 Richard Trevithck condujo un vehículo en Camborne. En estos primeros vehículos se desarrollaron innovaciones como el freno de mano, las velocidades y el volante. En 1815 Josef Bozek, construyó un auto con motor propulsado con aceite. Walter Hancock. En 1838, Robert Davidson construyó una locomotora eléctrica que alcanzó 6 km por hora. Entre 1832 y 1839 Robert Anderson inventó el primer auto propulsado por células eléctricas no recargables.El belga Etienne Lenoir hizo funcionar un coche con motor de combustión interna alrededor de 1860, propulsado por gas de carbón.




      Durante la segunda mitad del siglo XIX, distintos automóviles transitaban por las calles mezclándose con los típicos coches a caballos, mulas y numerosos peatones. Ante el exceso de velocidad y los incidentes que se producían en Londres con estos automóviles, se promulgó la Ley llamada de Locomotive Act, pero conocida popularmente como la Ley de la Bandera roja. Esta ley estableció los límites de velocidad de 6 km/h (4 mph) en zonas rurales y de 3 km/h (2 mph) en zonas urbanas. Además, exigía que cada vehículo debía estar precedido por un hombre a pie que llevara una bandera o linterna. Al caminar delante del vehículo, el hombre no solo advertía sobre su cercanía, sino que también se aseguraba de que no avanzara más rápido que el ritmo impuesto por la persona que iba a pie. Lamentablemente, este método no ayudó a prevenir el primer accidente automovilístico mortal registrado. En 1869, la científica irlandesa Mary Ward cayó de un automóvil de vapor cuando giraba en una curva y fue aplastada por las ruedas de acero del vehículo. Una ley británica posterior eliminó la bandera roja y aumentó un poco el límite de velocidad, pero exigía que los vehículos motorizados se detuvieran si se acercaba un caballo.






     Finalmente, el control del flujo de tránsito fue más importante que el problema de los caballos que se asustaban con los ruidos. Los primeros semáforos se instalaron en Londres en 1868, pero eran luces que se encendían con gas y se manejaban manualmente. Las señales de tránsito eléctricas se inventaron en los Estados Unidos en los primeros años del siglo XX y pronto se instalaron en muchas ciudades.

      Alrededor de 1870, en Viena, el inventor Siegfried Marcus hizo funcionar el motro de combustión interna a base de gasolina, conocido como el “Primer coche de Marcus”. En 1883, Marcus patentó un sistema de ignición de bajo voltaje que se implantó en modelos subsiguientes.

      Es comúnmente aceptado que los primeros automóviles con gasolina fueron casi simultáneamente desarrollados por ingenieros alemanes trabajando independientemente: Karl Benz construyó su primer modelo (el Benz Patent-Mortorwagen) en 1885 en Mannheim. Benz lo patentó el 29 de enero de 1886 y empezó a producirlo en 1888. Poco después, Gottlieb Daimler y Whilhelm Maybach, de Stuttgard, diseñaron su propio automóvil en 1889. Y, como bien es sabido, la industria no ha hecho más que crecer.










2 comentarios:

  1. Qué curioso lo del primer vehículo autopropulsado de vapor. Pensé que se habría fabricado más tarde.
    ¡Gracias por el aporte! ^^

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  2. Me temo que no se ahorraba mucho tiempo ;)

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