¿Pensáis que son necesarias las escenas de sexo para que haya tensión sexual o esta puede darse en diálogos y actitudes? ¿Creéis que está lograda la química entre Sarah y John?
Me gustaría conocer vuestras opiniones, espero que os animéis. Gracias.
Hola!! A mi una buena escena con miradas, actitudes y diálogos afilados y sensuales, me producen más morbo que si me lo dieran todo hecho. Creo que crean más tensión sexual entre los personajes, un quiero y no puedo que queda latente y te mantiene en ascuas hasta el final. Me gustan los juegos entre personajes, que la tensión se pueda cortar a cuchillo, es más emocionante. Pero también reconozco que esta fórmula no funciona en todas las novelas. Hay novelas que te piden escenas más directas con sexo y otras que no. Depende de las situaciones y personajes. Lo que no me gustan son las escenas eróticas metidas con calzador. Las miradas, roces y palabras pueden ser mucho más eróticas que el acto en sí, y despiertan en el lector una expectación que abren muchos caminos a la imaginación. ;)
Gracias por comentar, Hannah. Por supuesto que no quiero decir que escenas más directas no produzcan tensión sexual, pero sí reivindicar que no son necesarias para dar emoción a la relación.En ambos casos, el cómo esté contado es lo que hace nacer o no esa tensión. En absoluto esta pregunta es para deteriorar otro tipo de novelas, pero yo sí para echar de menos que no haya más variedad en la forma de contar una historia. :)
Estoy totalmente de acuerdo con Hannah. Me gusta más el texto que insinúa que el que detalla con pelos y señales el acto sexual. Una mirada, una caricia, un diálogo bien conseguido me parece mucho más evocador. Sin embargo, creo que es una cuestión que dependerá del gusto del lector. Mientras algunos adorarán la insinuación, otros la valorarán como "poco picante" o "inocente". Y con la erótica igual, unos la verán "excesiva" y otros la elogiarán. Lo importante es conseguir que los personajes salten del papel y vivan situaciones que hagan que el lector sienta con ellos. Hay libros buenísimos que lo consiguen solo insinuando y libros buenísimos que lo consiguen añadiendo escenas sexuales. Aunque parece que la moda de la erótica ha revivido, no creo que todos los escritores estemos obligados a subirnos a ese carro para que nuestras novelas sean leídas. Si son buenas, nadie echará de menos el sexo explícito en ellas.
No puedo estar más de acuerdo con lo que habéis comentado, Yeya, Hannah y –last but not least – Jane. Yo creo que se puede mantener una tensión sin escenas de sexo explícito. Es más, aun incluyéndolas, creo que hay grados y que las novelas exigen una cierta coherencia, que muchas veces se pierde justo en esos momentos. Todo puede ser narrado con elegancia y, a la vez, de forma estimulante. Estoy pensando en la primera autora del género histórico-romántico que leí, la ya desaparecida Kathleen Woodiwis, que era capaz de describir escenas de sexo sin que una tuviera la sensación de que estaba viendo una película porno, que es lo que me pasa ahora con algunas novelas que he leído recientemente. Es curioso, porque antes esperaba las escenas más picantes entre los protagonistas, y con algunas de las cosas que se están publicando ahora me he llegado a saltar las páginas de los encuentros sexuales, porque me aburren y, en algunos casos, hasta me ofenden. Deseo y espero que esta sea una moda pasajera, seguramente iniciada por Grey (que, todo hay que decirlo, me aburrió soberanamente, sobre todo los libros dos y tres) y seguida por cientos de escritoras que han querido continuar con el filón abierto por su autora. Lo que yo busco en este tipo de novelas es que me transporten a un mundo de ensueño. La realidad ya es de por sí lo suficientemente sórdida como para topármela en las páginas de un romance decimonónica. En fin, que la conclusión es que, para conseguir que la tensión sexual entre los protagonistas de la novela sea palpable no es necesario incluir un repaso completo del Kamasutra. Si en el siglo XIX nuestras admiradas autoras lo conseguían (y ahí Jane Kelder ha seguido magistralmente el camino marcado por Gaskell y Austen), no veo por qué en el siglo XXI vaya a ser imposible. Y si el guion requiere desnudarse, como en las pelis de la Transición, que se haga con clase, que lo erótico es infinitamente más seductor que lo pornográfico.
Muchas gracias no solo por opinar, Yeya y Usshuaia, sino por hacerlo de una forma argumentada y sincera. Gracias también a Usshuaia porlo que a mí respecta, pero aunque son mis referentes, para estar a la altura de Austen y Gaskell aún me queda, :) Bienvenidas al blog y espero que los comentarios continúen.
¡Hola a tod@s! Todo esto me suena al debate entre qué es lo erótico y cuáles sus límites, que serían, en mi opinión, lo explícito y, luego, lo porno. Y, al tiempo, al "debate" entre poesía pura o simbólica y la poesía como comunicación. Como sostiene la sabiduría popular, para gustos, colores, pero, personalmente, creo más rica, por abierto-infinito, la sugerencia (por ejemplo, en la tragedia griega, jamás hubo, ni en las historias de amor más apasionadas, un beso en escena). Pero, claro, implica más del lector, por lo que no me extraña que, en estos tiempos, triunfen Grey y parecidos. Felicitaciones por el libro y por el blog! Ah, casi lo olvidaba, Sarah y John lo consiguen, en especial una tensión tejida de palabras en juegos muy potentes.
Gracias, Aryán, por opinar y por el paralelismo con la poesía, que ya introducimos otro debate. Y gracias también por haber leído Hillock Park y tu apreciación sobre la pareja. ¡Bienvenida!
Para que el porno?, porno hay por todo, el que quiera porno lo tiene fácil, sexo explícito, lo mismo, que mas da. Lo que yo pienso es que en esta novela la emoción de los malentendidos, de los sentimientos, de las palabras no dichas, ... te embarga, los vives como si te pasase a ti, el corazón se acelera y para mi esto si que me hace pensar que el aut@r ha conseguido su objetivo, mueve algo dentro de ti, y hace que no puedas parar de leer.
Hola Jane, No, no creo que sea necesaria una escena de sexo explicito para crear tensión sexual y mira que a mí me encanta el erotismo, pero precisamente la actitud o los pensamientos y/o palabras del personaje pueden ser mucho más incitantes que una escena erótica, Yo creo que cada cosa tiene su tiempo y lugar, a mí me encanta leer de todo y una historia romántica no tiene porque ser erótica o necesitar del erotismo para funcionar y llegar al lector, un ejemplo, leí una historia, (fabulosa) donde el protagonista masculino estaba imposibilitado y la tensión sexual que había entre los protagonistas era de un alto voltaje que ya quisieran muchas sombras actuales, jeje Un beso!
La novela se llama Louisiana, de un autor francés, hace ya muchos años que la leí, pero la recuerdo por la gran historia de amor trágico de sus protagonistas, :) Un beso!!
Una pregunta, Jane, que me tiene intrigada desde que he leído Hillock Park. Cuando se menciona que el doctor Gromchi cura la jaqueca "con las manos", ¿se refiere a la masturbación que practicaban en aquella época algunos médicos para desestrar a sus pacientes femeninas)? Gracias, :)
Jajajaja, no sé si eres la primera persona que se ha dado cuenta, Elsa, pero sí eres la primera que me lo comenta. Efectivamente, esa era la insinuación, pero creo que me esforcé tanto en que quedara de un modo sutil, que casi casi pasa desapercibido. :)
Hola!! A mi una buena escena con miradas, actitudes y diálogos afilados y sensuales, me producen más morbo que si me lo dieran todo hecho. Creo que crean más tensión sexual entre los personajes, un quiero y no puedo que queda latente y te mantiene en ascuas hasta el final. Me gustan los juegos entre personajes, que la tensión se pueda cortar a cuchillo, es más emocionante. Pero también reconozco que esta fórmula no funciona en todas las novelas. Hay novelas que te piden escenas más directas con sexo y otras que no. Depende de las situaciones y personajes. Lo que no me gustan son las escenas eróticas metidas con calzador. Las miradas, roces y palabras pueden ser mucho más eróticas que el acto en sí, y despiertan en el lector una expectación que abren muchos caminos a la imaginación. ;)
ResponderEliminarGracias por comentar, Hannah. Por supuesto que no quiero decir que escenas más directas no produzcan tensión sexual, pero sí reivindicar que no son necesarias para dar emoción a la relación.En ambos casos, el cómo esté contado es lo que hace nacer o no esa tensión. En absoluto esta pregunta es para deteriorar otro tipo de novelas, pero yo sí para echar de menos que no haya más variedad en la forma de contar una historia. :)
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con Hannah. Me gusta más el texto que insinúa que el que detalla con pelos y señales el acto sexual. Una mirada, una caricia, un diálogo bien conseguido me parece mucho más evocador. Sin embargo, creo que es una cuestión que dependerá del gusto del lector. Mientras algunos adorarán la insinuación, otros la valorarán como "poco picante" o "inocente". Y con la erótica igual, unos la verán "excesiva" y otros la elogiarán.
ResponderEliminarLo importante es conseguir que los personajes salten del papel y vivan situaciones que hagan que el lector sienta con ellos. Hay libros buenísimos que lo consiguen solo insinuando y libros buenísimos que lo consiguen añadiendo escenas sexuales. Aunque parece que la moda de la erótica ha revivido, no creo que todos los escritores estemos obligados a subirnos a ese carro para que nuestras novelas sean leídas. Si son buenas, nadie echará de menos el sexo explícito en ellas.
No puedo estar más de acuerdo con lo que habéis comentado, Yeya, Hannah y –last but not least – Jane. Yo creo que se puede mantener una tensión sin escenas de sexo explícito. Es más, aun incluyéndolas, creo que hay grados y que las novelas exigen una cierta coherencia, que muchas veces se pierde justo en esos momentos. Todo puede ser narrado con elegancia y, a la vez, de forma estimulante. Estoy pensando en la primera autora del género histórico-romántico que leí, la ya desaparecida Kathleen Woodiwis, que era capaz de describir escenas de sexo sin que una tuviera la sensación de que estaba viendo una película porno, que es lo que me pasa ahora con algunas novelas que he leído recientemente. Es curioso, porque antes esperaba las escenas más picantes entre los protagonistas, y con algunas de las cosas que se están publicando ahora me he llegado a saltar las páginas de los encuentros sexuales, porque me aburren y, en algunos casos, hasta me ofenden. Deseo y espero que esta sea una moda pasajera, seguramente iniciada por Grey (que, todo hay que decirlo, me aburrió soberanamente, sobre todo los libros dos y tres) y seguida por cientos de escritoras que han querido continuar con el filón abierto por su autora. Lo que yo busco en este tipo de novelas es que me transporten a un mundo de ensueño. La realidad ya es de por sí lo suficientemente sórdida como para topármela en las páginas de un romance decimonónica.
ResponderEliminarEn fin, que la conclusión es que, para conseguir que la tensión sexual entre los protagonistas de la novela sea palpable no es necesario incluir un repaso completo del Kamasutra. Si en el siglo XIX nuestras admiradas autoras lo conseguían (y ahí Jane Kelder ha seguido magistralmente el camino marcado por Gaskell y Austen), no veo por qué en el siglo XXI vaya a ser imposible. Y si el guion requiere desnudarse, como en las pelis de la Transición, que se haga con clase, que lo erótico es infinitamente más seductor que lo pornográfico.
Muchas gracias no solo por opinar, Yeya y Usshuaia, sino por hacerlo de una forma argumentada y sincera. Gracias también a Usshuaia porlo que a mí respecta, pero aunque son mis referentes, para estar a la altura de Austen y Gaskell aún me queda, :)
ResponderEliminarBienvenidas al blog y espero que los comentarios continúen.
¡Hola a tod@s! Todo esto me suena al debate entre qué es lo erótico y cuáles sus límites, que serían, en mi opinión, lo explícito y, luego, lo porno. Y, al tiempo, al "debate" entre poesía pura o simbólica y la poesía como comunicación. Como sostiene la sabiduría popular, para gustos, colores, pero, personalmente, creo más rica, por abierto-infinito, la sugerencia (por ejemplo, en la tragedia griega, jamás hubo, ni en las historias de amor más apasionadas, un beso en escena). Pero, claro, implica más del lector, por lo que no me extraña que, en estos tiempos, triunfen Grey y parecidos. Felicitaciones por el libro y por el blog!
ResponderEliminarAh, casi lo olvidaba, Sarah y John lo consiguen, en especial una tensión tejida de palabras en juegos muy potentes.
Gracias, Aryán, por opinar y por el paralelismo con la poesía, que ya introducimos otro debate. Y gracias también por haber leído Hillock Park y tu apreciación sobre la pareja. ¡Bienvenida!
ResponderEliminarPara que el porno?, porno hay por todo, el que quiera porno lo tiene fácil, sexo explícito, lo mismo, que mas da. Lo que yo pienso es que en esta novela la emoción de los malentendidos, de los sentimientos, de las palabras no dichas, ... te embarga, los vives como si te pasase a ti, el corazón se acelera y para mi esto si que me hace pensar que el aut@r ha conseguido su objetivo, mueve algo dentro de ti, y hace que no puedas parar de leer.
ResponderEliminarGracias por opinar, María José, y sobre todo por lo referente a Hillock Park. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarHola Jane,
ResponderEliminarNo, no creo que sea necesaria una escena de sexo explicito para crear tensión sexual y mira que a mí me encanta el erotismo, pero precisamente la actitud o los pensamientos y/o palabras del personaje pueden ser mucho más incitantes que una escena erótica,
Yo creo que cada cosa tiene su tiempo y lugar, a mí me encanta leer de todo y una historia romántica no tiene porque ser erótica o necesitar del erotismo para funcionar y llegar al lector, un ejemplo, leí una historia, (fabulosa) donde el protagonista masculino estaba imposibilitado y la tensión sexual que había entre los protagonistas era de un alto voltaje que ya quisieran muchas sombras actuales, jeje
Un beso!
Gracias por entrar y opinar, Paula. Me vas a tener que contar de qué novela hablas, porque acabas de dejarme muy intrigada. ¡Un abrazote!
ResponderEliminarLa novela se llama Louisiana, de un autor francés, hace ya muchos años que la leí, pero la recuerdo por la gran historia de amor trágico de sus protagonistas, :)
ResponderEliminarUn beso!!
Sin duda alguna la buscaré. ¡Muchas gracias, linda!
ResponderEliminarUna pregunta, Jane, que me tiene intrigada desde que he leído Hillock Park. Cuando se menciona que el doctor Gromchi cura la jaqueca "con las manos", ¿se refiere a la masturbación que practicaban en aquella época algunos médicos para desestrar a sus pacientes femeninas)? Gracias, :)
ResponderEliminarJajajaja, no sé si eres la primera persona que se ha dado cuenta, Elsa, pero sí eres la primera que me lo comenta. Efectivamente, esa era la insinuación, pero creo que me esforcé tanto en que quedara de un modo sutil, que casi casi pasa desapercibido. :)
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